El Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea (RCDE UE) se ha diseñado como un mecanismo clave para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el contexto del cambio climático. A partir de 2021, el sistema se encuentra en su cuarta fase, que se extiende hasta 2030, con el objetivo de reducir las emisiones en al menos un 55% en comparación con los niveles de 1990. Este sistema no solo abarcará a más de 12,000 instalaciones industriales, sino que también incluye aportes significativos de sectores como el transporte aéreo.

Las instalaciones deben permitir que sus emisiones se mantengan dentro de un límite definido, conocido como 'techo', y pueden beneficiarse de la asignación gratuita de derechos o participar en un sistema de subastas. Además, se establecen mecanismos para ajustar la asignación de derechos y se crean nuevas medidas de innovación y modernización para fomentar un desarrollo más eficiente y sostenible. La implementación de este régimen es vital para mitigar las consecuencias del cambio climático, con énfasis en la cooperación internacional y la participación de todos los sectores económicos.