Es un documento central para la conservación de la biodiversidad y la identificación de elementos de infraestructura verde (IV) en el país. En su segunda edición, se actualizan las metodologías para la evaluación y cartografía de los servicios ecosistémicos y la conectividad ecológica. Esta guía es fundamental para garantizar que las diversas administraciones puedan trabajar en coherencia y efectividad. Se ofrece un enfoque práctico y unificado, priorizando la conservación y restauración de ecosistemas, así como la mejora de la conectividad ecológica entre hábitats. A lo largo del documento se destacan las metodologías para valorar los servicios de los ecosistemas y se promueve la participación pública en la identificación de recursos territoriales clave, siguiendo las directrices establecidas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.